Los avances en la secuenciación rápida del ADN están ayudando a resolver casos de personas desaparecidas que llevaban mucho tiempo sin resolverse, como el de Ashley Loring Heavyrunner, de 20 años, que desapareció de la Reserva de los Pies Negros de Montana en 2017.
Nuevo kits de pruebas pueden extraer miles de marcadores genéticos de restos humanos no identificados, lo que facilita relacionarlos con personas desaparecidas.
Dado que se dispone de pocos datos genéticos sobre los indígenas estadounidenses, la miembro de la tribu Hopi Haley Omeasoocompañera de clase y pariente lejana de Heavyrunner, decidió dedicarse a la antropología forense para ayudar a localizar a indígenas desaparecidos.
Como estudiante de doctorado en la Universidad de Montana, Omeasoo y su asesora de posgrado, la antropóloga Meradeth Snow, trabajan con la tribu de los Pies Negros para crear una base de datos de ADN de miembros de la tribu que pueda compararse con restos humanos no identificados.
Cada año se encuentran en EE.UU. más de 4.000 conjuntos de restos humanos; aproximadamente una cuarta parte permanecen sin identificar, según la Oficina de Estadísticas de Justicia.
Sólo en 2022 se presentaron casi 5.500 denuncias de mujeres y niñas indígenas desaparecidas.
Omeasoo confía en que Ashley Heavyrunner aparezca con vida, pero sabe que su trabajo sobre el ADN podría acabar identificando los restos de su amiga.
Si eso ocurre, espera que al menos sirva para dar un cierre a la familia.