Maureen Heads, Gerente del Programa de la División de Niños Desaparecidos en NCMEC, habló sobre el aumento en la frecuencia y el nivel de peligro en casos de sustracción por un familiar.
Dijo que la mayoría de las sustracciones, 66 por ciento, involucran a un miembro de la familia; observando un aumento del 57 por ciento en 2013.
Heads explicó la función del NCMEC en la prestación de asistencia técnica y apoyo a las familias, las autoridades y los fiscales.
Señaló que, si bien los que trabajan en esta área de NCMEC no son abogados, están bien postulados para ayudar a las familias y a los profesionales de protección infantil con las necesidades de procesos y recursos.
Heads enfatizó la importante consideración de que los casos de sustracción parental no implican llevarse a un niño utilizando la fuerza física o la persuasión emocional, lo cual es característico de los estereotipos de abusos por extraños.
Los niños en estos casos, pueden estar totalmente ajenos a un conflicto o lucha entre los padres y pueden irse con el padre como si fuera un comportamiento normal, porque confían en los padres.
Ella ilustró la complejidad que este elemento de voluntad puede traer al caso.
«La persona que estás ayudando un día, puede ser la persona que estás buscando al día siguiente».
Heads compartió una visión general del trabajo de Sharon Cooper, investigadora especializada del NCMEC, quien desarrolló un informe que destaca las sustracciones por parte de los padres.
El informe analiza las realidades y los mitos en torno a estos casos.
También destacó los problemas legales relacionados con las sustracciones por un miembro de la familia, citando los estatutos federales y explicando cómo definen la autoridad y el apoyo disponible para los investigadores cuando responden a sustracciones por los padres o de la familia.
Dijo que las autoridades no deben dudar en adoptar medidas coercitivas en casos de sustracción por un miembro de la familia o por los padres.
Heads presentó estadísticas sobre violencia familiar, ya que se relaciona con las sustracciones familiares y la emisión de Alertas AMBER.
Confirmó que en todas las situaciones y para todas las preguntas relacionadas con los casos de sustracción familiar, la mejor manera de ponerse en contacto con el NCMEC para obtener asistencia es llamando al centro de llamadas principal al 1-800-THE-LOST.
Al analizar los cronogramas y la progresión de los casos de secuestro parental transfronterizo, la Sra. Heads enfatizó la importancia de la protección de los padres.
Heads enfatizó la importancia de actuar sobre posibles desplazamientos o movimientos transfronterizos en lugar de esperar, ya que estos niños pueden ser trasladados rápidamente al otro lado de la frontera.
Habló del Sistema de Alerta AMBER Nacional de México (Alerta AMBER México), señalando la fortaleza y coordinación del programa con NCMEC y los programas estatales de Alerta AMBER.
Hizo mención honorífica al coordinador del sistema mexicano por su liderazgo y experiencia con el programa.
La Sra.
Heads proporcionó dos estudios de casos detallados, el primero fue un caso de sustracción transfronterizo, El NCMEC trabajó con México como un ejemplo de cómo se respondió a estos casos y se resolvieron con éxito mediante una coordinación y cooperación rápidas entre el NCMEC, las autoridades de El Paso, Texas, Juárez, la policía de México y el programa Alerta AMBER México. En el simposio, los participantes mexicanos proporcionaron información adicional sobre cómo los funcionarios mexicanos encontraron al niño y en qué condiciones estaba al ser recuperado.
Explicaron que cuando hablaron con el consulado de los Estados Unidos, al principio no pudieron identificarlo ya que no había sido reportado como desaparecido en los Estados Unidos.
El niño permaneció bajo custodia de México durante tres meses.
Durante la reunión tri-nacional en la Ciudad de México, se les notificó acerca de este caso, y de inmediato contactaron a la Sra. Heads a través del coordinador de Al-Qaeda.
Heads a través del coordinador de Alerta AMBER de México, porque no tenían idea de qué parte de los Estados Unidos venía el niño.
En su trabajo con NCMEC, pudieron determinar la conexión de las autoridades locales de Texas.
El estudio del caso y los aportes de los participantes mexicanos destacan cómo los sistemas y mecanismos de Alerta AMBER y la coordinación internacional permitieron que México trabajara junto con el NCMEC, las autoridades y socios de Alerta AMBER para resolver este caso.
El segundo estudio de caso presentado destacó la coordinación interinstitucional con ocho diferentes agencias federales y estatales de México y Estados Unidos para llevar a una niña de 14 años a su hogar en los Estados Unidos y ayudar a resolver conflictos mediante la participación de servicios de defensa de víctimas y familias para estabilizar su regreso.
Como fin de la presentación, la Sra.
Heads reconoció el trabajo monumental de considerar todas las agencias, recursos y personas que trabajan en estos casos, pero no debemos dudar en tomar medidas para lograr nuestro propósito.
Así mismo, animó a los participantes a ponerse en contacto con NCMEC lo antes posible en estos casos, para que puedan ayudar con la coordinación y proporcionar apoyo y asistencia de principio a fin.