Los funcionarios de Ucrania han identificado a más de 19.000 niños retirados ilegalmente de sus hogares y llevados a Rusia o a territorio controlado por Rusia desde que comenzó la guerra en febrero de 2022. En algunos casos, las autoridades rusas se llevaron a cientos de niños de orfanatos y escuelas ucranianas, según documentos rusos recopilados por Lyudmyla Denisova, ex funcionaria de derechos humanos de Ucrania. Muchos niños fueron retirados con el pretexto de rescatarlos de la zona de guerra, o atraídos con la promesa de asistir a un campamento. Otros fueron sacados de los hospitales. Las autoridades rusas han colocado a niños con familias de acogida, y el presidente Vladimir Putin abrió el camino para que las familias rusas adopten a niños ucranianos. Según las pruebas recogidas por organizaciones ucranianas e internacionales de derechos humanos y crímenes de guerra, la estrategia rusa es deliberada, premeditada y sistemática. En marzo de 2023, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra Putin y otro funcionario, una medida que ha facilitado el regreso de los niños. Organizaciones benéficas como Save Ukraine y SOS Children’s Villages Ukraine han asumido la causa y, en los últimos meses, han rastreado y devuelto a 387 niños a sus familias.